El proceso creativo de Manolo Prieto
Joaquín Moreno MarchalConfiguración de la entrada
Manolo Prieto diseñó el Toro de Osborne. Pero el conjunto de
su producción es enorme. En el Bar Vicente de El Puerto de Santa María se
celebraron unas charlas sobre su figura al cumplirse el centenario de su
nacimiento. Su hijo Manolo nos habló, de forma entrañable, sobre como trabajaba su padre en su
estudio de Madrid, una pequeña habitación en su domicilio. Conocía la
disposición de todas sus herramientas de trabajo. Papeles, pinceles, el caballete,
un espejo, tinta china…Tenía pánico a la hoja absolutamente en blanco. Prefería dibujar sobre cualquier papel usado:
sobres, recortes... No tiraba nada y aprovechaba esos materiales para trabajar
sobre ellos. Recogía objetos y los guardaba en una caja de lata de membrillos.
En su proceso creativo necesitaba inicialmente manipular esos objetos hasta que
la mente se le quedaba en blanco. Solo a partir de ahí, de ese vacío, le
surgían las ideas. Gran ejemplo de tránsito a partir de lo físico, de lo real, del
contacto con esos objetos cotidianos pasaba a lo conceptual y simbólico.