viernes, 15 de febrero de 2013


El proceso creativo de Manolo Prieto

Joaquín Moreno MarchalConfiguración de la entrada

Manolo Prieto diseñó el Toro de Osborne. Pero el conjunto de su producción es enorme. En el Bar Vicente de El Puerto de Santa María se celebraron unas charlas sobre su figura al cumplirse el centenario de su nacimiento. Su hijo Manolo nos habló, de forma entrañable, sobre como trabajaba su padre en su estudio de Madrid, una pequeña habitación en su domicilio. Conocía la disposición de todas sus herramientas de trabajo. Papeles, pinceles, el caballete, un espejo, tinta china…Tenía pánico a la hoja absolutamente en blanco.  Prefería dibujar sobre cualquier papel usado: sobres, recortes... No tiraba nada y aprovechaba esos materiales para trabajar sobre ellos. Recogía objetos y los guardaba en una caja de lata de membrillos.
En su proceso creativo necesitaba inicialmente manipular esos objetos hasta que la mente se le quedaba en blanco. Solo a partir de ahí, de ese vacío, le surgían las ideas. Gran ejemplo de  tránsito a partir de lo físico, de lo real, del contacto con esos objetos cotidianos pasaba a lo conceptual y simbólico.